De repente no puedo respirar, necesito un poco de libertad, que te alejes por un tiempo de mi lado, que me dejes en paz.

Siempre fue mi manera de ser, 
no me trates de comprender, 
no hay nada que se pueda hacer, 
soy un poco paranoica, lo siento.
Al ratito ya te empiezo a extrañar, 
me preocupa que te pueda perder, 
necesito que te acerques a mi, 
para sentir el calor de tu cuerpo.

Egresadas 2010.

Extraño las risas, las peleas, los llantos histéricos, las conchudeces, las coreografías que nos hacía Regina, elegir equipo en educación física & que alguna siempre se enoje. Pasar todos los recreos en el baño, hablando de cualquier cosa. Las horas libres que siempre nos daba Marta, el no hacer nada en plástica, música, & tecnología. Hablarnos de una punta del comedor a la otra o directamente ratearnos para ir a comer a la plaza.
Que siempre hayan un par que estén peleadas por alguna razón. Que venga Pablo, pedirle una guitarra al pelado de música & ponernos todos a cantar con él. Hacer guerra de agua en el campito cuando nos moríamos de calor, & que después nos caguen a pedos...

No se imaginan lo que las necesito, chicas, quiero que todo ésto vuelva.

Seguir con la mía.

No entiendo a qué quieren llegar; quieren que deje de escribir? Porque no van a poder, yo voy a seguir diciendo todo lo que quiero, & si ellas quieren  burlarse de mi; que lo hagan! No voy a dejar de hacer algo que me hace bien solo por ellas.

Arruinarse; Tan Biónica.

Te burlaste de mis sueños, siempre me trataste mal
Te miraba, me veía, y eso me gustaba tanto
Me acerqué, quise hablar, pero vos querías pelear
Y a mí tanto me gustó que no te duré ni un round.

Y a veces pienso, cuando me quedo sola
Te extraño, te lloro, que lindo arruinarse con vos.

Y el día estuvo mal, hoy te soñé
No quiero recordarte más, no me hace bien
Quisiera comprender que estás muy lejos
Y que no te importa nada de lo que me pasa.

Y cada vez que pienso en vos, quiero volver
Y el brillo de tus ojos rojos, yo quiero ver
Detesto no saber, si te acordas de mí
O no te importa nada de lo que me pasa.

Estoy un poco ansiosa y se termina el día
Ando buscando un poquitito de tu adrenalina
Y en mi cabeza encuentro sólo resignaciones
Estoy pagando el precio de mis buenas intenciones
En qué estaba pensando cuando me vine acá
Tiene que haber alguna buena forma de escapar
Si bien algunas cosas pudieron mejorar
Me está aburriendo esta mentira de la libertad.

Y a veces pienso, cuando me quedo solo
Te extraño, te lloro, que lindo arruinarse con vos
Te juro, linda, me está costando mucho
Termino los días cansada de extrañarte.

Y el día estuvo mal, hoy te soñé
Odiabas el amanecer y yo también
Quisiera comprender que estás muy lejos
Y que no te importa nada de lo que me pasa.

Y el día estuvo mal, hoy te soñé
Las noches con el huracán, hoy me acordé
Quisiera comprender que estás muy lejos
Y que no te importa nada de lo que me pasa.

Capítulo 10; Tan corta, y tan importante.

Cuando bajé a abrirte, hacías como si nada hubiese pasado, como si yo fuese estúpida y no me diera cuenta que Ludmila te había pedido que vengas. Yo te respondía así nomás, cortada, no tenía ganas de estar con alguna persona en ese momento, quizás sí, pero con alguien que me pueda ayudar, y vos no eras precisamente el caso.
Me preguntabas cosas normales, como “Todo bien?”, aunque sabías que nada estaba bien. Me hice la estúpida unos minutos, hasta que no aguanté más. Te dije lo que había visto en Facebook, vos, obviamente, la defendías a ella, le justificabas cada cosa, era increíble, quizás, no teníamos los mismos pensamientos, o los mismos criterios. Cada cosa que yo decía, le dabas un porqué, como si fueses su abogada. Ya no tenía más ganas de eso, no quería entender el momento en que Ludmila publicó eso, ya estaba harta de ella, tanto tiempo, sintiéndome mal, sintiéndome inferior a ella, no era un problema de ella, era mío, y sabía que aunque trate, todo iba a seguir como siempre.
Ahora, no sólo me tenía que olvidar a Ludmila, sino que también de vos, aunque me iba a costar demasiado, se me iba a hacer casi imposible, una amistad tan corta, pero sin embargo tan importante, aunque sabía que iba a ser lo mejor para las dos.

Sentirse.

Sentirse menos de lo que sos.

Sentirse una más de tantas.

Sentirse una estúpida cuando decís lo que sentís.

Sentirse usada.

Sentirse perseguida por el destino.

Capítulo 9; Cuando necesitás pegarle a un almohadón.

Un día, estaba en Facebook, y quería ver la foto de perfil de Luciana, entro su perfil, y veo en su Muro:
Luli Naveyi: Miley con las mejores, Virginia Rameri y Luciana De Pasqua, las amo mucho!
Listo, mi calentura, mi enojo, mi bronca, eran inexplicables, por otro lado, mi tristeza,  mis ganas de llorar, el sentirme rechazada, dejada de lado, excluida, ese momento nunca me lo voy a olvidar.
No aguantaba más, necesitaba descargarme, agarré almohadones, y les empecé a pegar con toda mi fuerza, en ese momento no era yo, era otra persona, les pegué tanto, lloré tanto… y me lastimé también, tenía los nudillos rojos, me ardían.
Julieta estaba conectada, le dije que me llame, no daba más. Hablé con ella, me publicó un par de cosas en mi muro, y me tranquilizó un poco, pero se tenía que ir. Ludmila vió uno de esos estados, y me habló:
-Qué pasó?
-Vos sabrás – le respondí, y la bloqueé.
Seguí llorando, pegándole a los almohadones, hasta que sonó el timbre, era bastante obvio que Ludmila te iba a llamar para que veas lo que pasaba…