Me dijiste:
- Vamos a Cabildo tipo 3 con Luli?
Sinceramente, no tenía ganas de verlas, ni a vos, ni a Ludmila. No sé por qué, pero el pensar estar con ustedes, me deprimía.
Mi mamá nunca me dejaba salir cuando ella no estaba (aunque yo lo hacía igual), y a esa hora, ella no iba a estar. Era la escusa perfecta para decirte que no.
-No puedo, mi vieja no va a estar a esa hora, y ya me cagó a pedos varias veces – dije yo.
Aunque no lo creas, no me sentí para nada culpable. Vos habías cambiado, yo ya no te entendía, no sabía por qué hacías eso. Porqué no aceptaste mi decisión de dejar atrás a Ludmila? Era algo que yo ya había decidido, era lo mejor para mí, y vos insistías. Sabias perfectamente todo lo que ella me había hecho, vos misma me dijiste lo que iba a pasar, sinceramente, no entendía porqué lo hacías.
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